¿Sabías que tu relación de pareja funciona como un termómetro para el resto de áreas de tu vida? Las consecuencias de una relación de pareja que no avanza se ven claramente en las otras esferas de tu vida, y actúan como pequeñas alarmas para que vos te des cuenta de que algo no va bien.
¿Conoces el efecto mariposa?
Es ese fenómeno que dice que el batir de las alas de una mariposa en una parte del mundo puede provocar un huracán en otra parte.
Con las diferentes áreas de tu vida:
- amistades
- trabajo
- tu estado físico
- tu estado emocional
- tu familia
y por supuesto tu pareja pasa lo mismo.
Si una de estas se tambalea, tiene efecto directo en las demás áreas.
Si estás mal en una área de tu vida, principalmente la sentimental afecta a las otras áreas Share on X
Esto es algo comprobado, ¿cómo te sientes cuando discutes con tu pareja y después tienes que ir a trabajar?
En nuestro caso, nos hemos dado cuenta que mientras mejor estamos como pareja, mejor nos desempeñamos. Y en nuestro caso que emprendimos juntos un proyecto en común como Caminito Amor, es muy importante estar bien el uno con el otro.
Gracias a emprender juntos también hemos logrado fortalecer nuestra relación de pareja y aprender a trabajar como un equipo en todas las áreas de nuestra vida.
En concreto, el área de la relación de pareja es uno de los cimientos más importantes de la sociedad y existe una influencia social que nos presiona a tener que aspirar a satisfacer el prototipo de una relación perfecta y una familia unida.
Si bien las películas de Disney son hermosas ya te hemos hablado de los mitos del amor romántico que tenemos que combatir, no todo lo que muestran es real.
Vamos, reconócelo. Te encanta pensar que tu vida va a rodar como tu película favorita.
Y no te culpamos, a nosotros también nos encanta, pero sabemos que nuestra relación de pareja no es como las relaciones que te muestran en las películas, que justo cuando están juntos finaliza la película con el «felices para siempre».
En la vida real, la vida recién empieza cuando estás con tu pareja y tienen que combatir los problemas que surgen en el diario vivir.
El problema viene cuando no cumples con las expectativas y la fantasía que creaste cuando empezaste tu relación.
Lo que ocurre la mayoría de las veces.
Y son estas expectativas las que provocan una sensación de fracaso cuando sientes que tu relación no va como debería de ir y que no es así como te lo imaginabas cuando decías “para siempre”.
Además de esa sensación de fracaso, te sientes frustrado porque no sabes a quién puedes recurrir para que arroje un poco de luz a la situación.
Y también te da miedo acudir y contar tus problemas a otras personas, y piensas que es un estado normal en una relación que ya lleva tiempo juntos sentirse frustrados uno con el otro. Error.
Te entendemos, nosotros creemos que lo que ocurre en casa se queda en casa, pero también que es importante hablar con personas que han recorrido el camino que te interesa.
Al final eres la media de las 5 personas con las que más tiempo pasas y tu pareja es una de ellas, y por eso es importante cultivar una relación sana.
Cuando estás mal con tu pareja tienes un remolino de emociones que afecta a diferentes áreas de tu vida, y estamos seguros que ya te has dado cuenta.
Pero cuando estás mal con tu relación de pareja, a veces no sabes cuál es la causa y cuál es la consecuencia, casi como pasa con el dilema de:
- ¿Qué vino primero, el huevo o la gallina?
Por eso queremos contarte y que reconozcas las 7 áreas de tu vida que se ven afectadas por los problemas en tu relación de pareja.
Índice
7 áreas de tu vida que se ven afectadas cuando tienes problemas en tu relación de pareja
Sientes que estás estancado en tu vida y cada día tienes menos ilusión
Una de las primeras áreas de tu vida que se ve afectada por un conflicto de pareja es la esfera emocional.
No estás bien emocionalmente.
Eso está claro.
¿Pero qué consecuencias directas tiene en tu estado emocional?
Cada uno reacciona de una manera distinta ante la inestabilidad emocional, algunas personas se vuelven irritables y reaccionan negativamente ante cualquier situación. Otras personas se cierran en sí mismas esperando que todo el problema pase.
Pero, si la situación de conflicto se alarga indefinidamente, meses o incluso años, empieza a manifestarse la falta de alegría por vivir.
Puede que tengas menos ilusión de empezar el día y que te de pereza levantarte cada mañana.
Quizás te da pereza todo.
Aunque tu vida la componen muchas áreas, parece que la mala relación con tu pareja ha infectado las demás esferas, por lo que sientes que tu vida está estancada.
Que no va hacia atrás ni hacia delante.
Todos los días te parecen iguales y acabas viviendo en estado automático, caminando por la vida como un zombie.
Haces todo lo que la sociedad espera de vos en la vida, pero un día te preguntas qué sentido tiene hacerlo si no lo disfrutas.
Empiezas a sentir pequeñas molestias físicas en tu cuerpo a causa del estrés
El estrés suele asociarse al trabajo. Este origen existe y afecta a muchas personas en la sociedad, pero no es el único que explica por qué sufrimos estrés en nuestra vida.
En efecto.
Las relaciones sentimentales también producen estrés.
Cuando hay conflictos sin resolver o sientes que tarde o temprano vas a explotar, se produce estrés.
Cuando sientes que vos sos el culpable por haber actuado mal, o por haber dicho un comentario desubicado tu ego se revuelve (a no ser que lo hayamos trabajado un poco) ante la posibilidad de tener que reconocer que la has cagado…
Todo este cocktail de emociones te inquieta, generando nerviosismo interior y ansiedad.
¿Puedes adivinar cuál es el mecanismo más utilizado para calmar la ansiedad?
Comer.
Sobretodo en las mujeres que tendemos a llenarnos de chocolate y en los hombres muchas veces acuden al alcohol.
Por eso te recomendamos ver esta entrevista donde hablamos sobre cómo controlar el estrés y como este afecta a nuestra vida en pareja.
La consecuencia más obvia es que puedes generar exceso de peso, pero la realidad es que, aunque este no sea tu caso, adoptar el hábito de comer cada vez que te sientes mal no solucionará el problema, ni conllevará ningún beneficio.
Concretamente, aquellas personas que por su personalidad y carácter les cuesta más dar el paso y decir cómo se sienten, son las que más sufren ansiedad por comer. En muchos casos puede que incluso pasen meses hasta que se atrevan a hacerlo y mientras tanto habrán almacenado ese conflicto en su estómago.
Por si esto fuera poco, el estrés también afecta a la calidad del sueño.
Y podría producir, además de insomnio, otras consecuencias menos obvias, por ejemplo, un sueño no reparador o contracturas en el cuerpo.
En conclusión, siempre que un factor genere estrés, puede desencadenar muchos desequilibrios físicos y energéticos que, aunque aparentemente no tengan conexión, están estrechamente relacionados.
Nosotros nos hemos dado cuenta que vez que discutimos y no arreglamos las cosas antes de irnos a dormir, dormimos mal (o no dormimos), nos levantamos de peor humor y con todo el cuerpo adolorido como si hubiésemos corrido toda la noche.
¿Qué nos hemos dado cuenta? Mejor nos disculpamos el uno con el otro y nos deseamos buenas noches. Te recomendamos hacer lo mismo, aún cuando el orgullo no quiera dejarte ceder.
Te sientes inseguro y tu autoestima decae
Como una cascada, los efectos emocionales y físicos de esta situación que estás viviendo afectan a tu autoestima.
Cuando tienes problemas o conflictos en tu relación de pareja no hay atracción sexual o esta decae.
En este artículo te contamos cómo cuidar tu autoestima al emprender en pareja, pero los consejos son válidos cuando no emprenden juntos pero sí caminan juntos por la vida.
Estar mal con tu pareja, te hace sentir mal contigo mismo, y sueles estar más:
- cansado
- ojeroso
- sin sonrisa puesta en la cara
- sin energía
- sin ganas de cuidarte (ya sea peinándote o haciendo ejercicio)
Sólo quieres olvidarte de tus problemas.
Y aunque no lo creas, ese deseo de no querer levantarte de la cama y preferir pasarte el día durmiendo puede significar que ahora mismo no sabes cómo enfrentarte a tu situación y prefieres no vivirla.
Esta situación es complicada y, desde luego, la solución no consiste en forzarte a cuidar tu físico por el qué dirán.
La solución tampoco está en simular que todo está bien, ¿verdad?
Aunque consigas engañar a los demás, no puedes engañarte a ti mismo, y cuando estás mal con tu pareja todo te sabe mal.
Para salir del bucle de negativismo en el que estás, sólo puedes hacer una cosa: empezar por comprender lo que te está pasando realmente.
Baja tu rendimiento en el trabajo y no consigues separar tu vida personal y la profesional
Te cuesta concentrarte en el trabajo.
El café ya no es tu salvación.
Tu capacidad de memorización se ha visto reducida, y cuando te pones a trabajar, ya no te sientes con la misma cantidad de energía que tenías en el pasado.
Incluso a veces, fruto de estar a mil cosas, aunque te estén hablando no escuchas al que tienes delante.
Cuando con Yeyo discutíamos y después se iba al trabajo, terminaba olvidándose la mitad de las cosas que tenía que hacer y volviendo a casa con conflictos tanto conmigo como en el trabajo.
¿Qué jodido no? Por eso no dejes que tu relación se estanque y llegue al punto de quemarte y que sólo quieras acabar el trabajo e irte a dormir.
Otro punto importante a destacar es que cuando también te fue mal en el trabajo y estás frustrado con tu relación te pones más irritable y de mal humor.
Si eres un profesional fuera de serie puede que seas igual de productivo que siempre, pero la verdad es que cuando estás mal con tu relación es difícil cosechar esa voluntad de hierro para separar lo personal de lo profesional.
Pero en nuestro caso (y en el de la mayoría de los mortales) cuando algo nos ronda la cabeza, por ejemplo, una discusión entre nosotros, no podemos dejar de darle vueltas.
Según un estudio de la Universidad de California se calcula que una persona tiene aproximadamente 60.000 pensamientos en un día, de los cuales el 94 % se repiten y el 80 % son negativos.
Y esto refleja 3 conclusiones importantes:
- Para tu mente esos pensamientos son muy importantes
- Están relacionados con temas que están sin resolver
- Mientras intentas llevar a cabo esa tarea que tanto te importa, al menos otros 20 pensamientos navegan por tu cabeza
Teniendo esto en cuenta, ¿empiezas a entender por qué te sientes saturado?
Por eso, la solución no reside en intentar ignorar esos pensamientos…
Eso ya lo has intentado en estos años y no funciona.
Te aíslas de tus familiares y amigos por miedo a que sepan que tu relación no va del todo bien
A las personas nos encanta opinar.
Y por mucho que nos cueste reconocerlo, juzgamos a los demás constantemente, mayormente de una forma negativa.
Sobre todo, las mujeres. Pero de igual forma los hombres.
Y como sabemos que los mortales tendemos a criticar y pensar cosas como:
- Esta persona ha engordado
- Se ve fatal
- Su novio está feísimo
Preferimos alejarnos cuando las cosas no andan del todo bien para que no nos juzguen.
Concretamente las emociones que más juzgamos son las negativas:
- tristeza
- irritación
- odio
- malhumor
- apatía
- etcétera.
Cuando tienes problemas con tu pareja, se te nota tanto en lo físico como emocionalmente, y sinceramente, no te da la real gana de que te juzguen por tu físico.
Y que te pregunten “¿cómo está tu (inserta aquí el nombre de tu pareja)?” te da terror.
En nuestra experiencia, no hay muchos amigos que realmente te escuchen y quieran ayudarte sin juzgarte, pero si como en nuestro caso tienes una excelente relación con tus padres o familiares conversa con ellos.
Muchas veces es importante escuchar la opinión de alguien más.
La mayoría de las personas cuando queda con sus amigos es para pasar un buen rato y queremos estar con personas alegres, reírnos y pasarla bien. Por eso si estás mal, tienes que jugar ese papel y con tu relación de pareja estancada es muy difícil.
En definitiva, cuando te sientes realmente mal con tu pareja no tienes cuerpo para fingir que estás de puta madre.
La opción segura es quedarte en casa… prefieres distraerte viendo una serie que sentir que te puedan juzgar o puedan hacerte una pregunta que no quieres contestar.
Salir de este bucle es difícil porque con cada ciclo semanal te encuentras más atrapado.
Dejas de dedicarles tiempo a tus hobbies y pasiones
Al igual que te pasa con tu familia y amigos, no te apetece dedicar tiempo a tus hobbies.
Por lo problemas físicos antes mencionados, no descansas bien.
En el trabajo, estás cansado y tu productividad baja. Lo que se traduce en que tienes que invertir más tiempo para hacer una tarea.
No tienes mucha energía para cuando llega la tarde.
Y debido al cansancio y el trabajo extra que te llevas a casa por no haberlo terminado a tiempo, empiezas a dejar tu tiempo de ocio a un lado.
Los fines de semana, puede que priorices dormir más tiempo y estar tranquilo en casa a hacer otro tipo de actividades que requieran más energía.
Tu mundo se hace más pequeño, y las áreas de tu vida se reducen hasta que sólo queda la esfera sentimental (que no va muy bien) y la profesional.
Empiezas a fijarte en otras personas y pensar cómo sería una relación con ellas
Nada más triste que cuando piensas en otras personas de forma utópica e idealizas cómo sería estar con otra persona que no sea tu pareja.
Tener una pareja tiene muchos beneficios para tu vida y estando los dos en un estado sano (tanto físico, mental y espiritual) puede llegar a ser tu mejor recurso para desarrollarte en tu vida.
Pero, ¿qué ocurre si no estás bien con tu pareja?
Ya no tienes tan claro que tu pareja actual sea la ideal para vos, por lo tanto, automáticamente empiezas a pensar en otras posibilidades.
Esta es una de las peores fases en las que puedes caer, ya que no sólo te daña a ti mismo sino a tu pareja, y puedes llegar a idealizar tanto a una persona o abrirte de forma sentimental a otras y que no haya vuelta atrás.
Empiezas a barajar otras posibilidades en tu mente. Otras relaciones de pareja.
Todas estas consecuencias apuntan al inicio de una crisis de pareja.
¿Sabías que crisis también significa oportunidad?
La oportunidad para despertar de ese modo automático y ponerte manos a la obra para revivir tu relación de pareja y recuperar el amor que siempre has deseado sentir.
Una crisis con tu pareja es una oportunidad para cambiar y hacer las cosas bien Share on X
Una relación es como una planta, hay que regarla todos los días para que no muera, con pequeños detalles, tan simples como un:
- buen día
- buenas tardes
- buenas noches
- gracias
- te quiero
- te amo
- que tengas un excelente día
- ¿quieres algo para tomar?
La buena noticia es que por muy mal que te parezca tu situación actual, puedes cambiarla muy rápidamente.
Siempre decimos que una relación es cosa de dos, pero cuando estás mal no te olvides que el orgullo no hará que tu relación mejore, y es mejor que alguien ceda e intente mejorar las cosas.
En el libro las 7 reglas de oro para vivir en pareja, el autor indica que lo que hace que una relación funcione es muy sencillo. Las parejas que están felices juntas no son más ricas, ni más listas, o más astutas psicológica-mente que otras.
Pero en sus vidas cotidianas han adquirido una dinámica que impide que sus pensamientos y sentimientos negativos hacia su pareja (que existen en todas las relaciones) ahoguen los positivos.
Ahora te toca a vos:
- ¿Estás pasando por alguna de estas situaciones en tu relación de pareja?
- ¿Consideras que las crisis en tu relación de pareja son oportunidades de mejora?
Cuéntanoslo en los comentarios, leemos y respondemos todos.
Abrazos,
Gabriela & Yeyo
Ann dice
consecuencias de una relación de pareja que